La ciudad de Ourigane es una de las más afectadas por el terremoto de Marruecos, un temblor de magnitud 6,8 en la escala Richter que ha dejado más de 2.100 muertos y otros tantos heridos.
En esta zona la situación es tremendamente complicada y es que las carreteras de montaña dificultan el acceso de vehículos. En esta ciudad son pocas las estructuras que han aguantado en pie.
Ahora, los supervivientes del terremoto viven rodeados de escombros. De hecho, algunos vecinos no han dudado en construir chabolas, asegurando que no quieren irse de allí porque es donde está su casa. Otros, confiesan que no tienen otra alternativa, asegurando que no hay otro sitio al que puedan ir.
Una situación complicada a la que hay que añadir la escasez de suministros en general. Por ahora, lo que sí que comienza a llegar poco a poco es la ayuda.
Por otro lado, en la aldea de Tafeghaghte, que se encuentra en la provincia de Al Haouz, la mitad de sus cerca de 400 habitantes están muertos; la otra mitad, heridos o desaparecidos.
Historias trágicas que deja este terremoto mientras siguen trabajando para encontrar supervivientes entre los escombros en diferentes puntos de Marruecos. Por su parte, los turistas se agolpan en el aeropuerto de Marrakech para salir de allí.
Países como España han decidido enviar ayuda humanitaria para poder colaborar en las labores de búsqueda y rescate de los supervivientes.