Girija y su esposo tenían una hija y esperaban otra cuando ocurrieron los hechos. La suegra y la cuñada de Girija, al enterarse de que iban a ser abuela y tía, respectivamente, acudieron a un adivino para realizar una consulta sobre el sexo del bebé. Cuando se enteraron de que era niña, instaron a la pareja a abortar porque querían un varón, según el diario 'Hans India'.

El matrimonio se negó, lo que provocó la furia de ambas, que esperaron a que el esposo de Girija se ausentara del hogar para verter ácido y queroseno sobre su vientre y posteriormente, prenderla fuego.

Los gritos de la víctima alertaron a los vecinos, que informaron a las autoridades. Girija fue trasladada a un hospital, donde permanece ingresada y fuera de peligro, al igual que su futura hija.

El marido de Girija acudió a la Policía para denunciar lo ocurrido, sin embargo los agentes se negaron a cursarla y le aconsejaron acudir a un centro sanitario privado.