No es la primera vez, ni será la última. La joven periodista gazatí de 29 años, Bisam Owda, ha sido nominada a los Premios EMY y Nobel de la Paz por su trabajo en Gaza. En concreto, ha sido seleccionada por un reportaje que comienza de esta manera: "Soy Bisan Owda, todavía estoy viva y hoy es mi cumpleaños".

Un video en el que cuenta como su familia se vio obligada a abandonar su casa en Bait Hanun. Owda ha demostrado, como muchos, que su responsabilidad periodística va mas allá de su vida. De hecho, ella se la juega cada día.

Lleva informando desde octubre sobre todo lo que ve y escucha en la Franja. Pero ha sido ser nominada, y han llovido las críticas de organizaciones proisraelíes. La razón para el periodista palestino Muat Hamed es muy simple: "Es muy peligroso para Israel porque si hay una periodista y encima feminista en Gaza la gente va a buscarla".

Y por eso, para Israel, personas como Owda no deben ser reconocidas y destruyen constantemente cualquier opción para los periodistas. Como asegura Hamed, Israel trata de impedir como sea su labor periodística: "Si existe un punto de Internet y ve que los periodistas envían información desde allí, lo bombardean". Concretamente, mientras él trabajaba en Cisjordania cuando soldados israelíes le dispararon y tuvo que salir de allí.

Ahora, desde España, tiene contacto casi diario con sus compañeros en Gaza: "Yo les pregunto cada día ¿Cómo podéis seguir? Y ellos me contestan, 'Muah somos muertos caminando en la tierra'".

Pero Owda no ha sido la única periodista reconocida en Gaza. El periodista gazatí Wael Al Dahdou visitó España, tras ser evacuado, para recibir dos premios en Córdoba y Valencia.

La periodista y profesora de la Universidad de Valencia Lola Bañón asegura que "yo creo que es una deuda que el mundo tiene con los periodistas palestinos y que el destino ha querido que estén en primera línea de visibilidad". Y es que ya son 170 periodistas palestinos asesinados.