El refugiado sirio Osama Abdul Mohsen, que se dio a conocer al ser agredido por la periodista húngara Petra Laszlo, llegó a la estación de Sants de Barcelona tras aceptar la oferta de trabajo que le hizo la Escuela Nacional de entrenadores de fútbol en Getafe.

Acompañado de su hijo menor, de siete años, y de miembros de la escuela, ambos se han desplazado desde Múnich. Emocionado y ante la expectación de los periodistas, Mohsen ha lanzado besos y ha agradecido a España esta oportunidad repitiendo varias veces la frase "I love Spain".

Una vez en Getafe, Osama ya ha estrenado su nuevo hogar en la localidad madrileña de Getafe, que les va a ayudar a que puedan desarrollar "un proyecto de vida con calidad y seguridad". 

Así lo ha puesto de manifiesto la alcaldesa del municipio y secretaria general del PSOE-M, Sara Hernández, que acompañó a Osama y a sus dos hijos, de 7 y 18 años, desde la estación de Atocha, en Madrid, hasta Getafe para enseñarles su nueva vivienda, un piso de alquiler que será pagado por las Escuelas de entrenadores de fútbol (CENAFE), promotora de la idea de traer a esta familia siria a España. 

En Getafe, Osama y los suyos comenzarán una vida nueva: el padre trabajando en la Escuela de entrenadores, como ya hacía en su país; el pequeño Zaid irá al colegio y entrenará en la escuela de fútbol de Boeticher Villaverde y en general, toda la familia verá cumplido su sueño de huir del peligro y vivir en España. 

Los vecinos de Getafe han colaborado también con la familia de refugiados y les han llevado a su nuevo hogar ropa y alimentos; CENAFE les dará trabajo y el Ayuntamiento ayudará a realizar los trámites para regularizar legalmente la estancia en España. 

Ha aprovechado además para hacer "una llamada de atención a todos los líderes políticos" y animarles a que sigan el ejemplo de Getafe porque, ha afirmado, "lo que ha pasado aquí tiene que ocurrir en toda la Unión Europea".