Un robot artificiero trataba de desactivar una mochila con cinco artefactos caseros cuando ésta explotó súbitamente muy cerca de una estación de tren en Elisabeth, Nueva Jersey. "No ha sido una explosión controlada, ocurrió cuando cortaban los cables para asegurar el sitio", explicaba el alcalde de Elizabeth Chris Bollwage.
Una deflagración potencialmente mortal si la zona no hubiese sido evacuada momentos antes, provocando que cientos de usuarios se quedaran en tierra por la cancelación del servicio ferroviario.
En las últimas 48 horas, cuatro atentados han golpeado Estados Unidos, algunos captados por la cámaras de seguridad. El primero fue una explosión en Seaside, Nueva Jersey, seguida de otra en Nueva York que dejó 29 heridos. Posteriormente el apuñalamiento de nueve personas en Minnesota y la detonación de Nueva Jersey.
Por el momento se analizan las múltiples pruebas en los puntos de explosión, la carrera bénefica de Seaside en New Jersey y el barrio de Chelsea en Nueva York, donde se ha detenido a cinco sospechosos. Sin embargo, las autoridades guardan cautela a la hora de calificar los ataques.
Daesh ha reivindicado el apuñalamiento de nueve personas en un centro comercial de Minnesota. Aseguran que Dahir Adan, un inmigrante musulmán de 22 años de origen somalí, era uno de sus soldados.
Una oleada de atentados que han blindado Nueva York ante la llegada del presidente Obama y jefes de Estado de todo el mundo para la 71º asamblea de la ONU y la cumbre especial sobre refugiados donde España está representada por el rey Felipe VI, una de las escasas citas internacionales en su agenda durante el actual gobierno en interinidad.