El Reino Unido comenzará su desescalada del confinamiento, uno de los más estrictos del mundo, el próximo 8 de marzo de forma paulatina con la reapertura de los colegios, en un proceso que constará de cuatro fases y que se completaría para el próximo 21 de junio.
El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció en la Cámara de los Comunes su hoja de ruta para reabrir la sociedad de forma "cauta pero irreversible", que progresará siempre y cuando la campaña de vacunación siga su actual ritmo y no aparezcan nuevas variantes que alteren los planes.
Johnson ha esbozado su plan en la Cámara de los Comunes y ha detallado que consta de cuatro fases. Además, habrá unas cinco semanas entre cada uno de los pasos, cuatro para recolectar datos sobre el impacto de aligerar limitaciones y una para informar a la ciudadanía sobre qué va a ocurrir a continuación. En este sentido, ha hecho hincapié en que su enfoque estará basado en los datos, no en las cifras de muertes por COVID-19.
Así, según ha recogido la prensa británica, el 'premier' ha confirmado que las escuelas reabrirán en Reino Unido desde el 8 de marzo y también regresarán a las clases presenciales los estudiantes universitarios que requieran enseñanza práctica en instalaciones especializadas y evaluaciones presenciales. En este primer paso también se podrán reunir personas en grupos de dos en el exterior.
A partir del 29 de marzo se posibilitará que un máximo de seis personas o no más de dos núcleos familiares puedan reunirse en exteriores. "Ya no se pedirá legalmente a la ciudadanía que permanezca en sus domicilios", ha dicho Johnson, pero ha avisado de que muchas de las restricciones actualmente vigentes continuarán en pie, como el teletrabajo y la restricción de los viajes al mínimo.
Después, desde el 12 de abril, negocios, peluquerías, gimnasios e instalaciones que operan en interiores podrán volver a realizar sus labores. La siguiente fase no comenzará antes del 17 de mayo. Aquí, la mayoría de las restricciones a la hora de reunirse en el exterior se aligerarán y los pubs y los restaurantes podrán volver a operar en interiores. Asimismo, podrán reabrir áreas de juegos, cines y teatros.
En general se permitirán todo tipo de eventos, pero estarán sujetos a la posibilidad de realizar pruebas diagnósticas de la COVID-19. Si puede respetarse el plan, la última fase dará inicio el 21 de junio y conllevará el relajamiento de todas las restricciones enfocadas en el contacto social. Por ejemplo, según Johnson, podrán volver a celebrarse grandes eventos, como bodas.
Todas las fechas propuestas dependen de análisis que tendrán que realizarse en cuatro campos: población objetivo de recibir la vacuna contra la COVID-19, si la vacuna reduce el número de muertes y hospitalizaciones por la COVID-19 y la presión sobre el sistema sanitario británico. El 'premier' ha avanzado que, el mes próximo, el Gobierno británico publicará un plan para enfrentarse a brotes de COVID-19 locales y a las variantes del SARS-CoV-2 que preocupan a las autoridades sanitarias. Por último, ha recalcado la necesidad de que la ciudadanía sea "cautelosa", aunque ha reconocido que "el final está a la vista".
El Ministerio de Salud británico ha informado este lunes de 10.641 nuevos contagios de COVID-19 y 178 fallecimientos. Estas cifras han elevado el cómputo global de Reino Unido hasta las 4.126.150 personas contagiadas y las 120.757 víctimas mortales. Mientras, más de 17,7 millones de personas han recibido la primera dosis de la vacuna contra la COVID-19 y más de 624.000 han sido inoculadas también con la segunda.