El Gobierno británico ha anunciado que suspende los vuelos procedentes de la península del Sinaí, en Egipto. Se trata de una medida de seguridad porque cree que una bomba pudo estallar dentro del avión ruso siniestrado. Aunque no pueden confirmar al 100% esta hipótesis. Estados Unidos también ha recomendado no volar sobre el Sinaí. Expertos forenses egipcios analizan la arena de la zona de impacto en busca de explosivos.