La policía neozelandesa ha rescatado con vida a una montañera checa en una cabaña de la famosa pista de Routerburn, en el parque nacional de Fiordland, en la Isla del Sur. La mujer emprendió la aventura con otro compañero, que, tras sufrir una caída, el hombre falleció y ella quedó atrapada sin poder regresar.
Los dos montañeros iniciaron la ruta el día 26 de julio y, dos días más tarde, el hombre cayó por un desfiladero. Desde entonces, la mujer ha sobrevivido en la cabaña de un guardia que estaba abandonada en el lago Mackenzie. La policía ha revelado que la mujer tuvo que pasar tres noches en la montaña antes de poder alcanzar la cabaña. Una vez en ella, la montañera pudo utilizar los alimentos, la leña y el gas.
Según recoge 'The Guardian', la policía afirma que la pareja se había equipado "razonablemente bien" y que contaba con experiencia, pero se desorientaron en la montaña y el hombre cayó por el acantilado, lo que causó su muerte.