En la jornada del miércoles han muerto al menos cinco personas y otras 200 han resultado heridas por los bombardeos en Guta Oriental, tras los 250 muertos registrados en las anteriores 48 horas, según ha señalado el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.

Los bombardeos sobre el enclave rebelde comenzaron el domingo y ya se consideran como una de las ofensivas más intensas de los siete años que el país lleva en guerra. El Observatorio ha explicado que el ritmo del bombardeo con proyectiles pareció reducirse durante la última noche, pero ha recobrado intensidad durante la mañana del miércoles.

El ente ha relatado cómo el Ejército del régimen ha lanzado misiles y bombas de racimo desde helicópteros sobre esta región situada en las afueras de la capital, Damasco, donde los rebeldes tienen su último gran bastión.

Un hombre herido tras un bombardeo al este de Guta

"Estamos esperando nuestro turno para morir. Eso es lo único que puedo decir", ha confesado Bilal Abu Salah, de 22 años, que vive en Duma, la ciudad más grande de la región. Abu Salah ha explicado que su esposa está embaraza de cinco meses y que temen que los bombardeos le provoquen un parto prematuro.

"Casi todos los residentes viven ahora en refugios. Hay cinco o seis familias en una sola vivienda. No hay comida, tampoco mercados", ha destacado el joven. Naciones Unidas ha tachado de inaceptable el asalto en Ghuta Oriental y ha advertido de que el bombardeo podría ser considerado como un crimen de guerra.

El Gobierno sirio y el ruso, que ha apoyado al régimen de Al Assad desde 2015 con fuerzas militares, han defendido que el ataque no tiene a los civiles como objetivo y han negado que se hayan lanzado bombas de racimo desde helicópteros, explosivos cuyo uso ha sido condenado por Naciones Unidas.

Los rebeldes han disparado morteros contra los distritos de Damasco que se encuentran cerca de Ghuta Oriental, lo que ha causado seis muertos el martes y dos heridos este miércoles, según los medios estatales sirios. El martes, el Ministerio de Defensa ruso anunció que "las áreas residenciales, los hoteles de Damasco y el Centro para la Reconciliación Siria han sido sometidos a fuertes bombardeos por parte de grupos armados ilegales de Ghuta Oriental".

Un comandante de las fuerzas que apoyan a Al Assad manifestó el martes por la noche que el bombardeo busca impedir los ataques de los rebeldes y podría tener continuidad con una campaña terrestre. "La ofensiva no ha comenzado. Este es un bombardeo preliminar", zanjó el militar.