Libia es un escenario diario de guerra. El conflicto armado es, junto a las mafias y la trata de personas, uno de los demonios del país al que Occidente giró la cara tras el asesinato de Muamar el Gadafi hace ocho años. El "no-estado" libio se ha convertido en puerta de entrada al mayor cementerio de nuestros días: el mar Mediterráneo.
laSexta Noticias muestra en exclusiva las imágenes grabadas por el periodista Ricardo García Vilanova. Son las que acompañan estas líneas en el vídeo principal de esta página. García Vilanova se hizo con ellas tras acompañar a los soldados del Gobierno libia en uno de sus duros combates en Trípoli.
Es una de las incursiones de las milicias en su lucha constante contra las tropas del general Haftar, que controla el este del país. Las imágenes son clara muestra del clima de hostilidad y máxima tensión que se respira en un país capaz de dejar atrás la dictadura de Gadafi pero no sus peores demonios.
'A los negros nos utilizan como esclavos. Venden a los seres humanos, me han vendido en dos ocasiones por 500 dinares'
La experiencia de una guerra in situ te marca. A García Vilanova le marcó. En Libia tuvo que presenciar, cámara en mano, el momento en que un soldado era gravemente herido a escasos centímetros de su posición. Lo captó con su cámara. Y también la evacuación del herido a entre angustiosos gritos de dolor.
Su día de guerra fue un día cualquiera en Libia, donde la guerra se ha convertido en rutina de un país en conflicto permanente al que no dejan de llegar miles de migrantes procedentes de toda África. Lo hacen de mano de mafias que les abocan a convertirse en víctimas de trata y tortura.
"A los negros nos utilizan como esclavos. Venden a los seres humanos, me han vendido en dos ocasiones por 500 dinares", asegura una de estas víctimas de trata ante la cámara de García Vilanova. Su testimonio es espejo de tantos otros bajo el mismo patrón: son vendidos como esclavos o encerrados en centros ilegales, donde son sometidos a torturas diarias. "Mi desayuno eran las palizas, me pegaban durante dos horas. Así durante dos meses", relata otra víctima de las mafias y el terror libio.
'Un hombre puso su cuchillo en mi cuello mientras otro me inmovilizaba. Luego me rajó y me hirió porque yo me estaba resistiendo'
Son hombres los protagonistas de los testimonios anteriores. Si hablamos de mujeres, la situación se recrudece aún más. Ellas se enfrentan a todos los demonios de los hombres y uno más: las violaciones y abusos sistemáticos.
"Un hombre puso su cuchillo en mi cuello mientras otro me inmovilizaba. Luego me rajó y me hirió porque yo me estaba resistiendo. Cuando terminaron, dijeron: 'déjala morir', porque me estaba desangrando", recuerda una de tantas mujeres víctima de la violencia que se respira en suelo libio.
Libia como vía de escape ya no es una opción para el resto de ciudadanos de África. El país con más alto nivel de vida en el continente negro hace apenas una década, ya no es un país para quedarse. Llegar a Libia es darse cuenta de que hay que salir de allí a cualquier precio. Incluso cruzar el Mediterráneo, el mayor cementerio de europa durante los últimos años, es la opción elegida por muchos migrantes antes que permanecer en el caos libio.