El hallazgo del cadáver de un bebé de tres meses en la basura de una cárcel de Puebla estremece a México desde hace dos semanas. El cuerpo del pequeño, fallecido unos días antes, habría sido robado de un cementerio y trasladado posteriormente al penal, donde un preso lo encontró el 10 de enero cubierto con cal y dentro de una bolsa en los contenedores de plástico reciclable.
Por el momento, un total de 19 personas han sido detenidas en relación con el caso, incluyendo personal directivo del centro penitenciario, según informaba este lunes la Fiscalía General del estado de Puebla. Se les investiga por abuso de autoridad o incumplimiento de un deber, infracciones de las leyes y reglamentos sobre inhumaciones y exhumaciones y encubrimiento.
El bebé había sido enterrado en un cementerio de Iztapalapa y presentaba una herida en el abdomen, por lo que inicialmente se pensó que su cuerpo podría haber sido utilizado para transportar droga. Sin embargo, posteriormente se aclaró que la incisión correspondía a una operación que se le practicó al niño, que falleció el pasado 5 de enero por problemas intestinales en Ciudad de México.
Los padres del pequeño Tadeo, nacido el 4 de octubre, se enteraron de lo ocurrido por la prensa, que recogía que el bebé llevaba un brazalete en la muñeca izquierda con sus apellidos, lo que permitió identificarlo.
Polémica respuesta de las autoridades
El caso ha conmocionado al país y ha despertado las sospechas contra el Gobierno federal porque los gobernantes de Puebla, Ciudad de México y la alcaldía de Iztapalapa son de Morena, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador.
A preguntas de la prensa, el mandatario señalaba que el caso es "fruto podrido de la descomposición social". "Son hechos lamentables que no deberían suceder y tienen que ver con el pasado reciente", afirmó, en referencia a los "gobiernos neoliberales".
El caso también ha levantado polémica por la negativa de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) a investigarlo y por el hecho de que el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, advirtiera a periodistas y activistas de que "tengan cuidado" al indagar sobre esta historia.
Entretanto, el cuerpo de Tadeo regresaba este domingo con sus padres a Ciudad de México, mientras continúa la investigación sobre el crimen.