Guerra judicial y política en Brasil. Miles de personas han vuelto a chocar en las calles por la investidura del expresidente Lula da Silva, acusado de corrupción, como 'superministro'. Nombramiento que ha sido suspendido por los jueces y sobre el que el Tribunal Supremo decidirá en cinco días. Mientras, el presidente venezolano Nicolás Maduro cree, como Dilma Rousseff, que se está fraguando un Golpe de Estado.
Rousseff y Lula, asediados por el Congreso, jueces y protestas