En Kyiv, al menos un muerto y tres heridos

Rusia aumenta sus ataques contra civiles y zonas residenciales de Ucrania ante la tibieza de EEUU

¿Qué ha pasado?
Putin ha dejado de atacar infraestructuras energéticas para centrar la ofensiva en las zonas residenciales. "Ha destruido todo", cuenta una civil.

Ataque ruso en Kyiv
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Vladímir Putinse ha tomado al pie de la letra las negociaciones sobre Ucrania. Porque Rusia no está atacando las infraestructuras energéticas y se está dedicando a lanzar ofensiva tras ofensiva contra zonas residenciales. Contra civiles. Contra vecinos y vecinas inocentes que ven cómo pierden todo en apenas segundos.

De madrugada, Rusia ha lanzado un ataque a Kyiv, capital de Ucrania, con drones y con misiles. El resultado, además de provocar varios incendios en tiendas y edificios, ha dejado al menos un muerto y tres heridos.

Diez han sido los misiles que han lazado en una ciudad en la que además han destrozado un inmueble en el que se localizaba una televisión pública ucraniana.

Cada día, cada noche, dejan la misma imagen. Bomberos trabajando a contrarreloj por todo el país. Apagando los incendios que causan los bombardeos y los misiles rusos en una Ucrania que ve cómo son ahora los civiles quienes sufren los ataques de Putin.

Es lo que ha pasado, por ejemplo, en Mykolaiv, donde los drones han atacado a viviendas residenciales dejando al menos tres heridos. En segundos, los residentes ven cómo todo lo que han construido durante toda su vida termina hecho escombros. "Ha destruido todo", cuenta una civil.

La ONU denuncia el ataque en Kryvyi Rih

Por su parte, la ONU ha denunciado el ataque "indiscriminado" y "prohibido por el derecho internacional" que Rusia lanzó contra la ciudad de Kryvyi Rih y que causó la muerte de al menos 19 personas, nueve de ellas niños.

"Pueden constituir crímenes de guerra", ha indicado el alto comisionado austríaco Volker Turk por medio de un comunicado.

Zelenski, crítico con la tibieza de EEUU

Mientras, Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania, ha criticado la tibieza de las condenas de Estados Unidos a los ataques de Rusia a los civiles. Unos ataques que, día tras día, siguen aumentando.