El partido ultraderechista italiano de La Liga Norte ha propuesto incentivar las bodas por la iglesia con ayudas de hasta 20.000 euros para las parejas jóvenes. La propuesta, que no está exenta de polémica, se contempla en el borrador de los Presupuestos Generales del Estado de Italia.
Las bodas han disminuido desde la pandemia, pero lo realmente polémico parte de que la ayuda solo se ofrecerá a las ceremonias oficiadas por la iglesia. Es la condición que propone La Liga para desgravar hasta un 20% de los gastos nupciales, con un máximo de 20.000 euros.
laSexta ha salido a la calle en España para comprobar si los ciudadanos estarían dispuestos a planteárselo y no es sorprendente descubrir que quienes optaban por una ceremonia oficial titubean en su decisión por la subvención: "Yo si estoy en mala situación económica, siendo un poco egoísta, me pensaría qué creencia tener", ha apostillado una joven.
Las condiciones pasan por ser menor de 35 años, tener nacionalidad italiana desde hace al menos 10 años y que los novios tengan bajos ingresos. La deducción del 20% de los gastos incluirían aquellos relacionados con la celebración del matrimonio, como los ornamentos en la Iglesia, las flores decorativas, el corredor y los cuadernillos, la ropa de los novios, el catering, los favores, la peluquería, el maquillaje y la sesión de fotos.
La oposición ha quejado que Italia es un estado laico. No obstante, ante las críticas, los impulsores de la medida se abren a que más adelante se pueda ampliar a todos los enlaces, con o sin el beneplácito de la santa sede.
El Vaticano, en contra
Por su parte, el presidente de la Academia Pontificia para la Vida, al arzobispo Vincenzo Paglia, se ha mostrado contrario a la propuesta del Gobierno de Italia de ofrecer un bono de hasta 20.000 euros para los que se casen por la Iglesia y ha asegurado que el matrimonio para la Iglesia "es un sacramento" y que, por lo tanto, "no se puede comprar". "El matrimonio cristiano es una elección de amor para formar una familia, una elección de fe, libre. El matrimonio para la Iglesia es un sacramento y un sacramento no se puede comprar", ha asegurado Paglia sobre la iniciativa propuesta por el partido ultraderechista Liga de Matteo Salvini, que forma parte del Ejecutivo de Giorgia Meloni.
Así, ha asegurado que el Estado tiene que estar "comprometido con el apoyo a las familias" sobre todo, en los momentos "más difíciles" como la actual crisis energética actual, derivada de una escasez global de combustibles por la guerra en Ucrania.
Sin embargo, el responsable del organismo del Vaticano que se ocupa de analizar los principales problemas de bioética y derecho, relativos a la promoción y a la defensa de la vida, sobre todo en la relación directa que estos tienen con la moral cristiana y las directivas del Magisterio de la Iglesia, ha asegurado que esa ayuda "debería concernir a todos los ciudadanos".
"Debería concernir a todos los ciudadanos, obviamente, no sólo a algunos, independientemente de si tienen o no fe", ha manifestado. Para Paglia, es cierto que "ante la crisis de los matrimonios, ya sean religiosos o civiles, es oportuno pensar en un sistema de apoyo a las uniones estables". "Si el Estado quiere ayudar a las familias, que lo haga, pero a todas las familias", ha manifestado. "Frente a lo que Bauman llamaba 'amor líquido' -ha explicado el arzobispo-, sería deseable que los jóvenes volvieran a descubrir la solidez de los lazos familiares que ayudan a la estabilidad de toda la sociedad. Y que la sociedad les apoye en esto".
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En este sentido, ha precisado que se refiere a todos los vínculos, sin cortocircuitos innecesarios. "Muchas personas que no tienen intención de celebrar el sacramento están, sin embargo, convencidas del valor de la fidelidad y de la solidez del vínculo: saben que casarse es un asunto serio", ha añadido.