El canciller alemán Olaf Scholz y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, han puesto en relevancia en la cumbre hispano-alemana que se ha celebrado este miércoles en Santiago de Compostela, la importancia de que el MidCat esté listo antes de 2025.
Sánchez y Scholz refuerzan así la presión sobre un Macron que aún se muestra reticente a la instalación de un conducto de gas que atraviese los Pirineos. "La construcción de un gasoducto preparado para el hidrógeno lo suficientemente grande a través de los Pirineos en 2025 es de suma importancia para lograr un sistema interno verdaderamente robusto dentro del mercado de la energía dentro de la UE, acelerar la transición verde y reforzar la estrategia para la autonomía".
Así se desprende en el borrador del Plan de Acción Conjunto (JPA) para una estrecha cooperación bilateral entre ambos países: "Intensificaremos la cooperación bilateral en materia de energía y clima, particularmente en eficiencia energética, energía renovable, almacenamiento de hidrógeno verde y sus derivados con el fin de explorar las oportunidades para acelerar la expansión de la industria del hidrógeno verde, la mejora de la infraestructura y el suministro", exponen en el documento.
"Ambos continuaremos presionando por una mayor capacidad de interconexión de la Península Ibérica con el fin de potenciar su contribución a la seguridad de suministro al conjunto de la Unión Europea", añaden.
Todo después de que la Comisión Europea evitara a comienzos de septiembre apoyar abiertamente la construcción del gasoducto MidCat, defendido por España y Alemania pero rechazado Francia. Aseveraba entonces que su futuro dependía de las discusiones entre los países "involucrados".
Por su parte, el presidente Pedro Sánchez había apelado a Emmanuel Macron a "cumplir sus compromisos" en relación con las conexiones de las redes energéticas entre la Península Ibérica y el resto de la Unión Europea minutos antes de la cumbre. "Apelamos al Gobierno francés a cumplir sus compromisos. Francia no los asumió ante España, sino ante la Comisión Europea", declaraba Sánchez en una entrevista con el diario alemán "Frankfurter Allgemeine Zeitung" (FAZ), donde ha afirmado que "España podría desplegar el corredor del hidrógeno en su lado en siete u ocho meses. Porque la línea, que antes se llamaba Midcat, será apta tanto para hidrógeno verde como para gas natural".
En este sentido, el presidente del Ejecutivo recordaba que "en julio de 2018 Emmanuel Macron se comprometió públicamente por escrito a impulsar la expansión de la red eléctrica y energética".
Macron, reticente
A finales de septiembre, Francia aceptó mantener las discusiones con España sobre el proyecto del Midcat, pero insistía en que la pertinencia de ese gasoducto por Cataluña, que no servirá para afrontar la actual crisis energética, debía determinarse en función de un análisis técnico. "La discusión y el diálogo no están rotos, al contrario", subrayaban fuentes del Elíseo en relación con el Midcat, después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, dijera a comienzos de mes que no hacen falta nuevas interconexiones gasísticas entre España y Francia porque las actuales están lejos de la saturación.
Las fuentes afirmaban que se estudia desde el punto de vista técnico "la pertinencia de esta interconexión", pero no es una solución a corto plazo y hay que ver si responde a las necesidades futuras. "La reflexión francesa y franco-española no se ha roto nunca", insistían recordando la importancia de observar qué hará falta en el futuro.
El proyecto del MidCat quedó aparcado en 2019 porque los operadores de redes de los dos países concluyeron que no se justificaba, teniendo en cuenta los costos y la rentabilidad que se podría obtener. España ha intentado relanzarlo en los últimos meses, al calor de la crisis energética desencadenada con la invasión rusa de Ucrania y de la necesidad de abastecer el mercado europeo con fuentes alternativas conforme Moscú ha cerrado el grifo, y cuenta con el respaldo en particular de Alemania y Portugal.
Sin embargo, Francia insiste en que las infraestructuras para hacer llegar gas desde España a países del centro de Europa como Alemania tardarían muchos años en ser construidas, costarían miles de millones de euros y eso no parece tener sentido cuando lo que se quiere es poder prescindir de los hidrocarburos para mediados de siglo. Ante el aumento de la presión por parte de España, Alemania y Portugal, Macron intervino públicamente en este debate el pasado día 5 para insistir en esa posición, recordando que los dos gasoductos que hay ahora entre España y Francia se han estado utilizando solo a poco más del 50% de su capacidad desde el comienzo de la guerra de Ucrania en febrero.
Macron sí se mostró entonces a favor de aumentar las interconexiones eléctricas con España, que Francia está utilizando mucho estos últimos meses para importar corriente, dado que más de la mitad de sus centrales nucleares están actualmente paradas.