El expresidente de Francia Nicolas Sarkozy aseguró hoy que regresa a la política con la ambición de dirigir a los conservadores galos porque no tiene "elección" ante la "desesperanza" que percibe entre sus compatriotas.
"No solo tengo ganas, sino que no tengo elección", aseguró Sarkozy en una entrevista concedida a la cadena pública "France 2" dos días después de anunciar su retorno a la escena pública.
En su intervención televisada agregó que quiere "proponer a los franceses una alternativa que no sea elegir entre la tristeza y el aislamiento", en referencia, primero a su sucesor, François Hollande, y segundo a la líder ultraderechista Marine Le Pen.
Sarkozy, que durante la campaña de 2012 a su reelección como presidente dijo que dejaría la política en caso de ser derrotado, subrayó que no se considera "un salvador" y reconoció haber cometido "errores" en el pasado, como no saber "delegar".
Se preguntó, además, si hubiera sido "digno y coherente" llevar una vida cómoda y despreocuparse de los problemas de su país. "Para mí Francia es como una segunda naturaleza (...). Soy francés en cada centímetro de mi piel" y "nunca he visto tal desesperanza (...) tal falta de perspectivas", agregó Sarkozy.