Más de 30.000 voluntarios inspeccionan casa por casa las ciudades para identificar a los enfermos en Sierra Leona. Las calles están vacías, siendo los cuerpos de seguridad los únicos que caminan por ellas. Mientras, los ciudadanos permanecen confinados en sus viviendas porque el Gobierno quiere contener la expansión del virus del ébola. Mientras, en Liberia las autoridades han retirado de la calle un cadáver con el virus. Este es el país más afectado con casi 1500 muertos.