La ONG World Vision ha alertado de que al menos seis de cada diez niños de entre 2 y 14 años son maltratados físicamente en todo mundo, una situación que empeora significativamente en aquellas "regiones frágiles" donde los niveles de pobreza y violencia continúan aumentando debido a la presencia de conflictos armados prolongados.
Según la organización, los menores se encuentran totalmente desprotegidos ante los abusos físicos y psicológicos en al menos una veintena de países, donde es habitual que sean víctimas de la explotación laboral, la mutilación genital, el reclutamiento, los abusos sexuales y el matrimonio infantil.
World Vision ha denunciado que 264 millones de niños realizan trabajos forzosos en todo el mundo, de los cuales 1,2 millones son retenidos en contra de su voluntad y unos 85 millones se encuentran en grave peligro de muerte.
Según la ONG, estos menores, que en numerosas ocasiones se encuentran implicados en conflictos bélicos, tienen una mayor posibilidad de contraer enfermedades y sufrir malnutrición debido a la sistemática escasez de alimentos y el limitado acceso a agua potable.
"Era huérfana y mi vida se complicaba, así que decidí irme de casa de mi tía para vender cerveza en un burdel. Poco después, los hombres comenzaron a pagar para tener sexo conmigo. No ganaba mucho, así que me trasladé a la ciudad con tres amigas para alquilar una casa y montar nuestro propio establecimiento. Tenía trece años y pronto reclutamos a otras niñas de mi pueblo", ha relatado Buyana, una menor de República Democrática del Congo.
"Ser prostituta no es un trabajo sencillo y las niñas sólo cobraban 1 euro por cliente. Sin embargo, las necesidades básicas de alimentación y alojamiento están cubiertas. Ellas se organizan para apoyarse y protegerse. Las niñas de los burdeles no suelen acudir a la Policía en busca de ayuda porque saben que lo que hacen es ilegal", ha añadido.
Actualmente hay unos 50 millones de niños lejos de sus hogares debido a la guerra, la persecución y la pobreza, según ha señalado la organización, que ha mostrado una gran preocupación ante las altas tasas de mortalidad infantil en las zonas más afectadas por la violencia, donde "el Gobierno no puede o no quiere actuar de forma responsable para proteger los Derechos Humanos", tal y como ha indicado World Vision.
En muchos países de Africa y Asia, los menores, que en su mayoría buscan huir de la extrema pobreza y protegerse ante situaciones familiares violentas, son reclutados como soldados por guerrillas y grupos de milicianos. Según datos de la ONG, unos 300.000 niños y niñas están actualmente implicados, directa o indirectamente, en guerras y conflictos armados.