El Senado de Estados Unidos ha votado a favor de aumentar el control sobre las armas de fuego en el país. Se trata de la primera vez en décadas que los dos grandes partidos de EEUU se ponen de acuerdo para legislar con mayor dureza sobre las armas y ahora será la Cámara de Representantes quien lo determine, donde los demócratas tienen mayoría.
La medida ha salido adelante con el apoyo de los 50 senadores demócratas y de 15 republicanos -incluido el líder de la minoría republicana, Mitch McConnell-, mientras que otros 33 conservadores han votado en contra. Este acuerdo de mínimos pero suficiente se produce después de los tiroteos masivos en un supermercado de Buffalo (Nueva York) y en una escuela de Uvalde (Texas).
El presidente de EEUU, Joe Biden, ha celebrado en un comunicado que, "tras 28 años sin avances", representantes de ambos partidos lograsen ponerse de acuerdo para "actuar" y dar una respuesta desde la política a los familiares de las víctimas de los tiroteos de Uvalde y Buffalo.
Biden ha asegurado que el proyecto de ley ayudará a proteger a los estadounidenses y que las escuelas y la comunidad serán más seguras, y apremió a la Cámara de Representantes a seguir los pasos del Senado y aprobar la medida para que pueda convertirse en ley.
Estas son las medidas
El proyecto de ley incluye una revisión del proceso de compra de armas para los menores de 21 años, y extiende a todo el país las llamadas leyes de "alerta de peligro" ("Red Flag"), que permiten activar un procedimiento legal para confiscar las armas de fuego de quienes representen un peligro para terceros o para sí mismos.
Además, la propuesta también busca acabar con lo que se conoce como "el vacío del novio", por el cual hasta ahora si alguien es acusado de violencia doméstica sin estar casado, se le permite seguir teniendo armas en propiedad, algo que no ocurre en el caso de las personas casadas.
Al margen de restringir ligeramente el acceso a las armas a determinadas personas y en según qué circunstancias, el acuerdo entre demócratas y republicanos también incluye más fondos para recursos de salud mental y para reforzar la seguridad en las escuelas, dos aspectos en los que insisten los defensores de las armas cada vez que hay un tiroteo mediático en EEUU.
El Supremo avala el derecho a mostrar armas en público
Sólo unas horas antes este mismo jueves, el Tribunal Supremo de Estados Unidos había emitido una decisión en la que ampliaba el derecho a portar armas al avalar que se puedan llevar en público. En el primer caso de calado sobre armas que examinaba en 13 años, el alto tribunal, de mayoría conservadora, falló en contra de una ley centenaria del estado de Nueva York que obliga a llevar el armamento oculto por la calle. El matiz reside en que, hasta ahora, la Constitución salvaguardaba el derecho de una persona a poseer armas de fuego, aunque en la esfera privada y solo para defensa propia.
El caso está relacionado con una ley del estado de Nueva York que obliga a poseer un permiso que avale portar armas de manera oculta fuera del hogar. Sin embargo, la legislación sostiene que quienes pidan esa solicitud deben demostrar algún tipo de justificación especial, más allá del deseo de protección.
Los demandantes sostienen que este requisito en la legislación hacía muy difícil que los solicitantes pudieran obtener el permiso, lo que convertía a la Segunda Enmienda en un privilegio limitado y no en un derecho constitucional. El tribunal les ha dado la razón, pero ha dejado la puerta abierta a que los estados pongan otro tipo de limitaciones a portar armas, como la toma de huellas dactilares, pruebas de antecedentes, o de cuadros médicos de salud mental.
El juez conservador Brett Kavanaugh ha defendido que la ley de Nueva York era "problemática porque otorga discrecionalidad ilimitada a los funcionarios encargados de otorgar licencias y autoriza licencias solo quienes puedan demostrar alguna necesidad especial aparte de la defensa propia (...) negando así a los ciudadanos el derecho a portar un arma para protegerse".
En contraposición, el juez demócrata Stephen Breyer ha mostrado su negativa enumerando algunos de los últimos episodios en los que ha estado involucrada la violencia armada, como las masacres en la escuela de primaria de Uvalde, en Texas, y en un supermercado de Búfalo, Nueva York. "Los peligros que representan las armas de fuego pueden tomar muchas formas (...). Los tiroteos masivos son solo una parte del problema. El fácil acceso a las armas de fuego también puede hacer que muchos otros aspectos de la vida estadounidense sean más peligrosos", ha argumentado.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha dicho sentirse "profundamente decepcionado" por el fallo del Supremo y ha puesto en valor que desde 1911 el estado de Nueva York haya requerido que las personas que quieren portar armas ocultas en público demostrasen que tenían un motivo razonable. "Más de un siglo después, el Tribunal Supremo de Estados Unidos ha optado por anular la ley de larga data de Nueva York que protege a sus ciudadanos. Este fallo contradice tanto el sentido común como la Constitución, y debería preocuparnos profundamente a todos", ha recalcado Biden.