Serbia realiza una protesta formal por el uso de gases lacrimógenos en su frontera con Hungría. El Ejército húngaro se ha enfrentado a los refugiados que esperaban en la frontera con gases lacrimógenos y un cañón de agua. En ese momento, niños y bebés se encontraban con sus padres, que desesperados pedían ayuda a los periodistas hasta allí desplazados. Al menos 10 niños han resultado heridos durante los disturbios.