Nadie está a salvo en la calle. Los guerrilleros del SLK se han hecho con el poder, tras asaltar a golpe de metralleta el palacio presidencial.

"Justo en el momento de darnos la paz, comenzaron a oírse disparos de fusiles y artillería pesada y ráfagas de metralleta. A partir de ahí silencio, y saqueos continuos". El misionero español Juan José Aguirre nos cuenta que tuvieron que dormir entre los bancos de la iglesia. Por la mañana han regresado a casa, donde les esperaban otras dos religiosas aterrorizadas.

Los guerrilleros islamistas recorren las calles acompañados de jóvenes reclutas que, a cambio de un arma y un uniforme, son capaces de todo por ellos. Naciones Unidas y varias ONGs están evacuando a todo su personal.

José Carlos llegó el sábado de Bangui, y casi se queda en tierra. Está preocupado por sus compañeros, los que se quedan allí, como Juan José Aguirre.

El jefe del Seleka, el autoproclamado presidente Michel Dojotodia, ha dicho que no habrá 'caza de brujas', pero todos saben que lleva varios meses reorganizando un gran ejército, y cuenta ya con más de 3.000 hombres.