Bremer ha explicado en declaraciones al diario 'Die Welt' que entre los detenidos había 25 argelinos, 21 marroquíes, tres tunecinos y tres ciudadanos alemanes. Además, ninguno de ellos estaba recién llegado a Alemania.
El fiscal ha revelado igualmente que de las 1.054 denuncias recibidas, 600 eran por robo y no por agresión sexual, a pesar de la polémica generada tras estos incidentes y las manifestaciones xenófobas posteriores.
Sin embargo, Bremer ha rechazado cómo se habían publicado sus declaraciones y ha recordado que la gran mayoría de los detenidos "entran en la categoría de refugiados", ya que entraron en Alemania diciendo que querían pedir asilo e incluso pidieron formalmente este asilo.
En enero el Gobierno alemán incluyó a Argelia, Marruecos y Túnez en el listado de países de origen seguros, por lo que ya no se puede considerar de por sí a los procedentes de estas naciones como refugiados y reduce considerablemente sus opciones de recibir el estatus de asilado.