El Tribunal Supremo de EE.UU. ha ordenado al presidente, Donald Trump, entregar sus impuestos a un gran jurado de Nueva York que le investiga. Si bien ha considerado que la Cámara de
Representantes, controlada por la oposición demócrata, aún no puede acceder a esos documentos.
El fallo perjudica al mandatario, que se ha resistido a hacer públicas sus declaraciones de impuestos, algo que sí han hecho todos sus antecesores a lo largo de la historia. El contenido de estos registros ha sido un misterio persistente incluso cuando buscó la reelección el 3 de noviembre.
La investigación iniciada por la oficina de Vance en 2018 sobre Trump y la Organización Trump fue estimulada por revelaciones de pagos a dos mujeres que dijeron haber tenido relaciones sexuales con él, la actriz de cine porno Stormy Daniel y la ex modelo de Playboy Karen McDougal. Sin embargo, Trump y sus ayudantes han negado las relaciones.
En el litigio sobre las citaciones de la Cámara, Trump argumentó que el Congreso carecía de un propósito válido para buscar sus registros y que la divulgación del material comprometería la privacidad de él y de su familia y lo distraería de sus deberes.
En el caso de Nueva York, los abogados de Trump argumentaron que, según la Constitución, es inmune a cualquier proceso penal mientras se desempeña como presidente. También citaron la orientación del Departamento de Justicia de que un presidente en ejercicio no puede ser acusado ni procesado.