El mar de Florida está tan caliente como el agua de un jacuzzi, a 38 grados. Se trata de una temperatura de récord que jamás se había superado y que, según los expertos, podría tener un efecto devastador para los ecosistemas marinos.

Algunos corales ya habrían muerto por el calor extremo. "Los corales están acostumbrados a vivir en aguas de hasta 86 grados Fahrenheit (30 grados Celsius). Cuando el agua se calienta tanto como los 90 grados (32,3) se estresan mucho y, como resultado, expulsan a las pequeñas algas fotosintéticas que viven en sus tejidos y son parte de su alimentación", explica a Efe la directora del Laboratorio Marino de los Cayos Cindy Lewis.

Sin las algas, que son color marrón dorado, la piel del coral, que "es en realidad muy clara, casi translúcida", se ve blanca, de ahí que se hable del "blanqueamiento" de los corales cuando se producen los episodios de estrés por el calor, que "no son normales" pero sí "cada vez más frecuentes", dice.

"Lo que estamos viendo cuando vemos coral blanqueado es el esqueleto blanco a través de la piel del coral", subraya Lewis, quien explica que el blanqueamiento es una señal de que ese coral sufre estrés y falta de alimento y es más vulnerable a las enfermedades que afectan a estos animales.

De una manera muy gráfica Lewis explica que este episodio de blanqueamiento es peor que los anteriores: "antes se los veía pálidos, ahora son blancos como la nieve sucia, como cuando te cae lejía (cloro) en el pantalón".