El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto a ser el foco de la polémica al desacreditar a los periodistas e incluso rehusar de contestar sus preguntas.
Los hechos ocurrieron ayer, durante una rueda de prensa, cuando una periodista de rasgos asiáticos preguntó al presidente estadounidense por qué trata los datos de contención del virus como una competición internacional cuando miles de compatriotas siguen perdiendo la vida.
"Tal vez esa pregunta se la deberías hacer a China. No me lo pregunte a mí, pregúnteselo a China", espetaba el presidente. Unas palabras que recriminó la periodista, que no dudó el preguntarle por qué le respondía eso: "¿Por qué me dice específicamente a mí que debería preguntarle eso a China?".
Sin embargo, el presidente aseguraba que no se lo decía específicamente a nadie: "Se lo digo a cualquiera que me haga una pregunta desagradable", aseguraba. Tras ello insistía en pasar a las siguientes preguntas.
Otra periodista le pedía entonces el turno de palabra y él se lo negaba. Acto seguido, como se puede ver en el vídeo, otorgó la palabra a otra periodista que insistía en que le gustaría que dejara a su compañera terminar. En mitad de la tensión, Trump no dudó y terminó la comparecencia.
Una nueva falta de respeto de un presidente que muestra un especial interés en no contagiarse. Por eso, consejeros, asesores, empleados, seguridad de la Casa Blanca y periodistas deben llevar mascarillas. Todos menos él.
El presidente de Estados Unidos asegura que han conseguido controlar al virus, por eso ya llama a recuperar la economía: "Derrotaremos a este horrible enemigo. Reactivaremos nuestra economía y haremos la transición a la grandeza", aseguraba.
Sin embargo, más de 80.000 personas han fallecido y hay casi 1.329.000 contagiados. Terribles cifras que sumadas al total de casos en el continente porvocan que América sobrepase a Europa como epicentro de la pandemia.