El autor del atentado más letal que ha sacudido este año Turquía es un niño kamikaze, así lo ha confirmado el presidente Recep Tayyip Erdogan. "Un suicida de entre 12 y 14 años de edad hizo detonar sus explosivos o alguien hizo que fueran detonados", ha explicado.
La detonación se produjo cuando 300 personas celebraban una ceremonia tradicional kurda en honor a la novia antes de la boda. La pareja, del partido kurdo, logró salvar su vida. Según algunos testigos, el presunto autor acudió a la celebración junto a dos hombres de unos 25 años que habrían escapado tras detonar la carga explosiva y provocar la matanza.
El atentado ha dejado al menos 51 muertos, muchos de ellos niños, a los que se le suman 94 heridos registrados en un primer momento, 69 siguen bajo tratamiento en los hospitales y 17 en estado crítico. "Corrimos hacia el lugar en cuanto oímos la explosión. En esos cien metros nos encontramos muchos cuerpos. Algunos habían perdido los brazos u otras partes de su cuerpo. Pese a estar en el lugar, no pudimos hacer nada", relata Aihan Kaya, un vecino de la zona.
Concretamente, ocurrió en la ciudad de Gaziantep, al sur de Turquía y a unos 50 kilómetros de la frontera con Siria. De momento nadie ha reivindicado la masacre y las difíciles relaciones entre el Gobierno y los kurdos, que piden la independencia del Kurdistán, pone en duda la autoría.
Aunque el presidente Erdogan señala a los yihadistas. "Las primeras investigaciones apuntan a que fue un atentado cometido por Daesh", ha afirmado. Mientras, los familiares de las víctimas lo culpan a él al grito de "Erdogan asesino".
Centenares de personas han despedido ha sus familiares fallecidos en el atentado. Sólo este año, 1.700 personas han muerto en Turquía entre combates y atentados perpetrados en el país.