El grupo terrorista Isis se ha hecho con el control de la ciudad de Ramadi, situada en el centro de Irak. La posición estratégica del enclave supone un fuerte golpe y ha obligado a que 3.000 milicianos chiíes intervengan en la recuperación, a pesar de la negativa estadounidense. Los bombardeos contra los terroristas continúan y ya son 25 ataques, que han obligado a que 6.000 personas huyan de la ciudad.