La primera ministra británica, Theresa May, aceleró este martes la búsqueda de apoyos a una prórroga del "brexit" con un viaje a Berlín y París para negociar el retraso con la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron.
Su minigira, organizada la víspera del Consejo Europeo en el que los otros veintisiete miembros de la Unión Europea (UE) deben decidir de forma unánime la concesión de un aplazamiento para evitar la salida del Reino Unido del bloque comunitario sin acuerdo, comenzó en la capital alemana. Aunque ese primer encuentro se cerró sin declaraciones oficiales, un participante en la reunión filtró a la prensa que Merkel habría considerado posible retrasarla varios meses, "hasta principios de 2020".
La canciller se había mostrado abierta en el pasado a lograr un compromiso para evitar un "brexit" duro y su posible impacto sobre la economía europea. Entre sus condiciones, según el ministro alemán adjunto de Exteriores, Michael Roth, encargado de Asuntos Europeos, está que el país participe en las elecciones europeas de mayo.
Downing Street, el despacho oficial de la primera ministra británica, solo filtró que May y Merkel coincidieron en la importancia de garantizar una retirada ordenada de la UE.
La postura de Macron estas últimas semanas ha sido más firme que la de la canciller alemana y ha supeditado cualquier prórroga a la presentación de un plan alternativo y creíble que la justifique y cuente con el respaldo de la mayoría del Parlamento británico. May y el jefe de Estado francés tampoco se dirigieron a los medios al término de una cita que duró hora y cuarto y en la que Macron la recibió con dos besos a la entrada del Palacio presidencial.
Francia, según indicaron este martes fuentes del Elíseo, no se opone por sistema a un retraso del "brexit", pero quiere garantías y le parece "demasiado" la extensión de hasta un año que socios como Irlanda plantean. Macron ha destacado estos últimos días su intención de que la UE no sea "rehén de una crisis política" en el Reino Unido. La decisión final estará en manos de la cumbre en Bruselas de este miércoles, pero llegar a ese encuentro habiendo acercado posturas con esos dos países allanaría el camino en favor de un divorcio amistoso.