Mariano Rajoy parece haberse convertido en el gran adversario de Alexis Tsipras. Fue el más duro con el primer ministro griego: mientras Merkel y Hollande hablaron cordialmente con Tsipras, Rajoy y el líder de Syriza ni se saludaron. Fue tan evidente la tensión, que Tsipras acusó a Rajoy de intentar resolver problemas internos en Bruselas, en alusión directa al auge de Podemos en las encuestas.