En cuestión de minutos las tormentas monzónicas convirtieron las paradisíacas cascadas del Gran Cañón del Colorado ( Arizona, EEUU), en unas inundaciones repentinas que cubrieron por completo el Parque Nacional.
Una excursionista, Chinoa Nickerson, de 33 años, falleció en la tragedia. Visitaba la zona con su pareja y fue arrastrada por la corriente. Su cuerpo fue hallado después en el río Colorado a 32 kilómetros del lugar donde desapareció.
Los demás excursionistas tuvieron más suerte ya pudieron hacer "cadenas humanas" para ayudarse a cruzar el río de un lado a otro y tratar de ponerse a salvo. El torrente de agua sorprendió a decenas de excursionistas a pie en el gran Cañón, como si la fuerza del agua hubiese surgido de la nada. Y así, y sin tiempo para reaccionar, algunos trataron de esconderse bajo cascadas improvisadas de lodo.
La Guardia Nacional de Arizona, en helicóptero, rescató a más de 100 turistas y miembros de la tribu Havasupai, una peligrosa experiencia en plena época de monzones, ya que los excursionistas sabían que podía ocurrir y aún así decidieron arriesgar y visitar este gran parque nacional.