Cada cierto tiempo, Transnistria vuelve a los focos. Para muchos absolutamente desconocida, esta región ubicada geográficamente dentro de Moldavia poco o nada tiene que ver con el Gobierno moldavo. En los últimos días, el Parlamento de esta región separatista, abiertamente prorrusa, ha solicitado a la Rusia de Vladímir Putin protección, mientras Estados Unidos espera vigilante ante las posibles acciones de Moscú. La tensa situación de la región no es nueva, aunque desde el inicio del conflicto entre Rusia y Ucrania las tensiones han ido en aumento. La determinación de Moldavia de integrarse en la Unión Europea es otro de los factores que ha 'removido' en esta región.
Con poco más de 4.100 kilómetros cuadrados y en torno a medio millón de habitantes, la República Moldava Pridnestroviana, nombre oficial de la región, se encuentra muy cerca de territorio ucraniano. Y aunque esté ubicado en el mapa de Moldavia, la región funciona como un país independiente, con un Gobierno presidencialista propio. Su presidente es Vadim Krasnoselski; la capital del territorio, Tiráspol. Sin embargo, solo dos territorios reconocen la independencia de Transnistria como tal, y ni siquiera son Estados de pleno derecho: Osetia del Sur y Abjasia, ambos territorios prorrusos. Vayamos por partes.
¿Es Transnistria un país independiente?
Para responder a esta pregunta hay que retroceder unos años. En los años 20, la URSS estableció la República Autónoma Socialista Soviética de Moldavia en un territorio principalmente de habla rusa pero también con una parte de Ucrania y una región que había formado parte de Rumanía. En los últimos años de la URSS, la población multicultural de la región de Transnistria se estableció de manera unilateral como república soviética, al tiempo que ante la caída y disolución de la Unión, Moldavia declaraba su independencia, al igual que la mayor parte de los estados postsoviéticos.
Pese a su autoproclamada independencia, Transnistria no está reconocida por ningún país soberano
Y fue a partir de ahí cuando frente al auge del nacionalismo moldavo, esta región respondió con un conflicto que acabó en guerra abierta, tal y como explica el historiador William Zadeskey, de la Universidad Estatal de Ohio (Estados Unidos). En julio de 1992 se firmó un alto el fuego "que aseguró la independencia de facto de Transnistria y creó el pacífico, aunque interminable, conflicto congelado entre Tiráspol y Chisináu", explica. Desde entonces, Rusia ha mantenido el apoyo que ya trasladó a la región en la década de los 50, acrecentando el nacionalismo ruso en este territorio.
En el año 2006, el Parlamento convocó un referéndum sobre el estado de la independencia de Transnistria que incluía una futurible integración en Rusia. Con una participación de más del 78%, el 96% de los votantes optó por no renunciar a la independencia e integración en Moldavia, mientras que el 98% se posicionó a favor de integrarse en Rusia, como hizo el territorio ucraniano de Crimea en 2014. Aun así, ningún país reconoce Transnistria como un Estado soberano; solo lo hacen los territorios en disputa (prorrussos, también) de Abjasia y Osetia del Sur.
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¿Quién gobierna entonces en Transnistria?
Pese a esto, Transnistria celebra sus propias elecciones y tiene su propio Gobierno. Su presidente es Vadim Krasnoselsky, nacido en la URSS, exministro del Interior del territorio. En 2016 fue el ganador de las elecciones en Transnistria, frente a Yevgueni Shevchuk, con el 61% de los votos; revalidó el cargo en los comicios de 2021, con un 87% del apoyo del electorado.
Transnistria no solo tiene su propio Gobierno. Tiene su propio Ejército y su propia moneda —el rublo transnistrio—, además de un pasaporte propio desde el año 2001 que, no obstante, no tiene validez en prácticamente ningún otro país. No obstante, Transnistria permite la doble nacionalidad, por lo que para viajar al exterior, la población puede hacerlo con su nacionalidad rusa, moldava, ucraniana o rumana.
¿Qué quiere Rusia de Transnistria?
Krasnoselsky nunca ha ocultado su intención de que Transnistria se integre en Rusia. Es el "destino" natural de la región, dice. En esta región moldava se celebran los desfiles del Día de la Victoria como lo hacen en cualquier zona de la Federación Rusa, con el objetivo de resaltar los vínculos históricos entre las dos regiones. ¿Pero qué es lo que busca Rusia de esta pequeña región en suelo moldavo?
Según explican desde CNN, si la invasión rusa de Ucrania hubiera salido según lo planeado, habrían logrado hacerse con el control de Kyiv, la capital, y del resto del país. El comandante de la Región Militar Central rusa, Rustam Minnekaev, aseguró en su momento que uno de los objetivos de la "operación especial" rusa sobre territorio ucraniano era crear una especie de corredor en el sur de Ucrania hasta Transnistria, pero Kyiv logró detener el avance en la zona de Jersón, a unos 350 kilómetros de esta región. "El Kremlin busca usar Transnistria como un proxy controlado por Rusia, que puede usar para hacer descarrilar el proceso de adhesión de Moldavia a la Unión Europea", según un informe del Instituto para el Estudio de la Guerra recogido por CNN.
Las armas de Transnistria
En esta región se encuentra uno de los mayores arsenales de armas de Europa, capaz de generar una detonación equivalente a la bomba de Hiroshima, según algunos expertos. Se trata del depósito de Cobasna, ubicado en la frontera con Ucrania, creado originalmente en los años 40 en la entonces Moldavia soviética y al que únicamente tienen acceso las autoridades rusas y transnistrias. Se cree que en él puede haber hasta 20.000 toneladas de armas de la era soviética y está custodiado por unos 1.500 soldados rusos.
Desde la ONG medioambiental checa Arnika, denuncian que más de la mitad del arsenal está obsoleto, por lo que no puede ser utilizado ni tampoco transportad, por lo que advierten del riesgo de "una posible explosión de estos depósitos" que "provocaría un enorme desastre ecológico y humano".