Trump ya ha tomado la Casa Blanca y su próximo objetivo es Chicago: "Si Chicago no acaba con la carnicería en curso, 228 disparos en 2017 con 42 muertes (incremento del 24% respecto a 2016), enviaré a los federales".
Quiere acabar con la violencia pero Chicago tiene además otros tres alicientes demasiado 'golosos' para Trump; es la ciudad de su antecesor Obama con un Gobierno demócrata que pide a gritos un mayor control sobre las armas y una población que no duda en mostrar su rechazo y llenar las calles contra él en su investidura.