De madrugada, dos destructores estadounidenses situados en un punto indeterminado del Mediterráneo lanzaban 59 misiles de crucero. El objetivo, la base de Shayrat, en la provincia de Homs, desde donde Estados Unidos cree que Asad lanzó su ataque químico.
La televisión rusa ha difundido imágenes de la base tras el ataque. Según el ejército sirio, les han destruido nueve aviones. La pista principal de la base, aparentemente, no está muy dañada.
La Agencia Estatal siria de noticias asegura que los misiles estadounidenses han acabado con la vida de nueve civiles de pueblos cercanos, cuatro de ellos niños.
Antes de comenzar la operación, Trump avisó a Rusia y lo comunicó después al pueblo estadounidense. Pese apelar a la seguridad nacional, Donald Trump terminó despidiéndose más como líder mundial que estadounidense. "Que Dios bendiga a Estados Unidos y al mundo entero", afirmó ante los medios.