El periódico americano The New York Times ha publicado un extenso reportaje en el que recoge el testimonio de dos mujeres que han trabajado o trabajan en el exclusivo club de golf del magnate en Bedminster (New Jersey), donde Donald Trump pasa varios días al año y su hija Ivanka se casó con Jared Kushner, ambos ahora asesores presidenciales.
Victorina Morales, una de las entrevistadas por el rotativo neoyorquino, emigró de Guatemala en 1999 y consiguió papeles de forma ilegal para permanecer en Estados Unidos y seguir trabajando, según ha relatado. Tras una primera estancia en California, se mudó a New Jersey, donde en 2013 consiguió un puesto como limpiadora en el club de golf del empresario, un empleo que sigue desempeñando a día de hoy, aunque es consciente de que la revelación de esta historia puede suponer su despido.
Morales, entre otras tareas, se ha encargado de limpiar la residencia del presidente y ocuparse de su ropa interior, las camisas o las sábanas y las toallas de los Trump. Ropa que tenía que ser lavada con un detergente especial y en una lavadora aparte, debido a la "meticulosidad del presidente".
Otra de las entrevistadas, Sandra Díaz, que ya no trabaja para el club de golf, recuerda que en una ocasión Trump le dio un billete de 100 dólares como propina por su buen trabajo limpiando el polvo. "Hiciste un muy buen trabajo", asegura Díaz que le dijo Trump, aunque posteriormente ese año el magnate entró en cólera porque encontró manchas naranjas en el cuello de una de sus camisas blancas, restos del maquillaje que emplea el empresario, según la limpiadora.
En otro momento, recuerda Morales, Trump se acercó a ella en su carrito de golf mientras limpiaba unos cristales y, viendo que ella era demasiado baja y no llegaba a la parte superior de los vidrios, el magnate se bajó del vehículo, agarró la bayeta y lo hizo él mismo. Después, le preguntó su procedencia y, cuando supo que era de Guatemala, afirmó que "los guatemaltecos son gente muy trabajadora" y le dio un billete de cincuenta dólares como propina.
El periódico examinó los supuestos papeles ilegales entregados por ambas limpiadoras y constató algunas irregularidades en los certificados, aunque les sirvieron para conseguir sus puestos de trabajo, en tanto que el club de golf de Trump no utilizó un sistema para verificar su autenticidad.
La Casa Blanca se negó a comentar la información, pero el grupo empresarial de Trump respondió al rotativo que, "si un empleado envió documentación falsa en un intento de evadir la ley, será despedido de inmediato".
Durante su campaña presidencial en 2016, Trump se vanaglorió de no tener ningún inmigrante irregular en nómina. Además, en 2017, ya en la presidencia, reforzó las condiciones para poder emitir un visado para los trabajadores extranjeros, con el fin de potenciar la contratación local.
Las limpiadoras, que acudieron a "The New York Times" a través de un abogado, cuestionan que el presidente no supiera de su situación irregular en el país. "Sabe que no hablamos inglés. ¿Cómo no se le podría pasar por la cabeza?", dice Morales.