Trump ha firmado el
nuevo veto migratorio e inmediatamente después, tres de sus hombres fuertes del
gobierno -interior, justicia y el jefe de la diplomacia estadounidense-
aparecen para defender los cambios en el decreto en una declaración sobria. "Es una medida vital para fortalecer
nuestra seguridad nacional", señala Rex Tillerson, secretario de Estado de
EEUU.
Y es la seguridad nacional frente a la amenaza terrorista el hilo conductor de las palabras de los tres. "El terrorismo es claramente una amenaza para EEUU", señala Jeff Session, fiscal general de EEUU, mientras que John Kelly, secretario de Seguridad Nacional, señala que "la orden firmada por Trump hará EEUU más segura".
Trump en su anterior decreto prohibió la
entrada al país de los ciudadanos de Irak, Irán, Somalia, Yemen, Libia, Siria y
Sudán durante 90 días. Ahora, como principal cambio, deja fuera del veto a
Irak. "Irak es un importante aliado en la lucha contra ISIS", señala
Tillerson.
Otra de las modificaciones
es que a quienes tengan una visa o si es residente permanente no le afectará la
nueva orden, siempre que la hayan conseguido antes del 27 de enero. Suspende la
entrada durante 120 días a refugiados de todo el mundo. No hay distinción
explicita para los sirios, en la versión anterior su entrada quedaba suspendida
de manera indefinida.
Justifican la paralización de entrada de refugiados así: "De hecho hoy en día más de 300 personas que llegaron como refugiados están bajo investigación del FBI como potenciales terroristas o actividades ilegales".
El nuevo decreto entra en vigor el 16 de marzo,
un tiempo de adaptación para evitar lo que ocurrió cuando Trump firmó su primer
decreto migratorio. Fue dicho y hecho, lo aplicó de inmediato y trajo consigo
el caos. Generó confusión, pánico
e indignación.
El 3 de febrero un juez
federal lo congeló y el día 9 de febrero le llegó la bofetada a Trump con el
rechazo de su recurso dejando el veto migratorio definitivamente bloqueado. Una
suerte que los demócratas también desean para esta nueva versión del veto
migratorio.