El presidente no se refirió directamente a las informaciones, reveladas primero por el diario 'The Washington Post' de que la inteligencia militar estadounidense considera que Corea del Norte está muy cerca de convertirse en un país con armas nucleares. Según varios medios estadounidenses, la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA, en sus siglas en inglés) consideró en una evaluación realizada a finales del mes pasado que "Corea del Norte ha producido ojivas nucleares para su lanzamiento en misiles balísticos, incluidos misiles intercontinentales".
La producción de material nuclear armamentístico lo suficientemente compacto como para poder ser lanzado en una trayectoria suborbital era la gran tarea inconclusa para que el régimen norcoreano pudiera ser considerado una nación con armas nucleares, un club al que pertenecen EEUU, Rusia, China, Pakistán, la India o Israel.
Esta semana, además, el Ministerio de Defensa japonés concluyó en un libro blanco anual que hay pruebas que indican que Corea del Norte ha tenido éxito en la llamada miniaturización de una cabeza nuclear. Desde la llegada de Donald Trump al poder en enero, el líder norcoreano, Kim Jong-un, ha ordenado y supervisado el lanzamiento de catorce misiles, dos de ellos, los del 4 y 28 de julio pasados, con alcances intercontinentales y, por lo tanto, con capacidad de impactar en territorio estadounidense, tanto Alaska como gran parte de la costa oeste.
Eso hace que declaraciones como las del ministros de Exteriores norcoreano, Ri Yong-ho, en una reunión de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) cobren una fuerza que antes las bravatas norcoreanas no poseían. "Si Estados Unidos atacara a la República Popular Democrática de Corea con fuerza militar finalmente, estamos listos para enseñarles una severa lección de fuerza nuclear estratégica", aseguró Ri.
No obstante, un hipotético lanzamiento de un misil nuclear norcoreano se tendría que topar con el sistema de interceptores que Estados Unidos tiene en el Océano Pacífico. Además, imágenes de vídeo obtenidas por la televisión japonesa NHK del más reciente ensayo de un misil con alcance intercontinental en su reentrada frente a las costas de Hokkaido (norte de Japón) muestran que la última fase del proyectil posiblemente se desintegró y, por lo tanto, no es totalmente apto para ser "nuclearizado".
Estados Unidos consiguió que Rusia y China, tradicionales aliados de Pyongyang, apoyaran en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas nuevas sanciones contra las exportaciones norcoreanas que podrían privar al régimen de más de 1.000 millones de dólares en vitales ingresos. El Gobierno de Trump ha desechado la llamada "paciencia estratégica" utilizada por la anterior Administración de Barack Obama, y ha combinado llamados al diálogo con amenazas de que utilizará la fuerza militar si Corea del Norte mantiene sus provocaciones.
Si la inteligencia estadounidense y japonesa están en lo cierto y Corea del Norte puede dispone de una ojiva nuclear lo suficiente compacta, Trump se encontraría ante una tesitura que este fin de semana H.R. McMaster, su asesor de Seguridad Nacional, tachó de "intolerable".