El presidente Donald Trump ha afirmado que los tiroteos de Ohio y Texas han sido causados por personas "con graves enfermedades mentales" y ha asegurado que "el odio no tiene cabida" en Estados Unidos. Estas son las palabras que el republicano ha empleado para referirse a los ataques que dejaron 29 muertos y decenas de heridos en pasado fin de semana.
En relación al manifesto antiinmigrante publicado por el sospechoso del tiroteo de Texas, el presidente ha expresado desde la Casa Blanca que "a una sola voz, nuestra nación debe condenar el racismo, la intolerancia y el supremacismo blanco", según ha informado 'The New York Times'.
Desde el Partido Demócrata han exigido responsabilidades al presidente por su continua "retórica racista". Beto O'Rourke, precandidato demócrata a la presidencia, ha afirmado, en relación a la corriente supremacista blanca, que Trump "es parte de esto". El detenido por el tiroteo en Texas, Patrick Crusius, se refería a la inmigración en Estados Unidos como una "invasión", término que el político ha empleado en múltiples mítines para abordar este tema.
Los presuntos autores de ambos tiroteos eran hombres jóvenes de raza blanca y existen indicios de que los ataques pudieron estar motivados por el racismo. Las autoridades federales ya han anunciado que tratarán el tiroteo en Texas como un acto de "terrorismo doméstico" mientras que aún están investigando lo ocurrido en Ohio. Crusius, de 21 años, se encuentra detenido en la cárcel del condado de El Paso, mientras que Connor Betts fue abatido durante el tiroteo en Dayton por las fuerzas de seguridad.
Los demócratas han señalado en múltiples ocasiones que el discurso racista de Trump alimenta este tipo de ataques. En un mitin del Partido Republicano, el presidente se preguntaba cómo parar a los inmigrantes, a lo que una persona en el público respondía: "Disparando". El político reía. En otra ocasión, decía en relación a la reagrupación familiar que llegaban a Estados Unidos "con toda su maldita familia".
Además, recientemente se ha referido a cuatro congresistas, conocidas como 'El Escuadrón', en términos racistas, diciéndoles que si no estaban contentas "podían volverse a sus países". Cuando se dio el atropello mortal intencionado en una marcha antifascista en Charlottesville, Trump afirmó que "había culpa por parte de ambos bandos", equiparando al atacante con los manifestantes.
El presidente republicano ha publicado en su perfil de Twitter que "los republicanos y los demócratas deben unirse y conseguir fuertes verificaciones de antecedentes, quizá conjugando esta legislatura con una muy necesitada reforma de inmigración. Tenemos que logras sacar algo bueno, si no grande, de estos dos trágicos sucesos".
Donald Trump ha culpado también a los medios de comunicación y a sus 'fake news' de "contribuir considerablemente al enfado y la rabia que se ha creado durante muchos años".