Después del pacto alcanzado sobre la situación en el país, llega lo más dificil, llevarlo a la práctica. Entre las milicias prorrusas hay división sobre la orden de deponer las armas y abandonar los edificios ocupados en el este de Ucrania. Si cumplen con esas dos peticiones, Kiev promete que habrá amnistía para los activistas. Obama, sin embargo, no lo ve del todo claro.