Ucrania y Rusia siguen avanzando en el frente, cada una centrándose en distintas zonas. Mientras la parte ucraniana conquista a diario más territorio en la región de Kursk, al norte, dentro de Rusia, en el sur de la frontera de Ucrania, los de Putin avanzan en la zona del Donbás.

Ucrania ha difundido imágenes en las que hace frente al asedio ruso en el sur de su territorio, concretamente en el Donbás. Mientras, en otras se aprecia como su ejército destruye puentes y objetivos en Kursk, ya en territorio ruso, donde entró hace semanas desde el norte y donde ya controla 93 localidades y 1.260 kilómetros cuadrados de territorio.

Putin aprovecha la incursión en su país hacer este paralelismo en el vigésimo aniversario de la toma de rehenes de la escuela de Beslán: "De la misma forma que luchamos antes contra los terroristas, luchamos ahora contra quienes cometen crímenes en Kursk, Donbás y Novorosiyya".

Compara la actual incursión ucraniana en su territorio con este otro episodio en el que hace 20 años, grupos islamistas capturaron a más de 1.100 alumnos, padres y profesores exigiendo la retirada de las tropas rusas en Chechenia. "Conseguiremos nuestros objetivos en la lucha contra el neonazismo. Castigaremos a los terroristas, de eso no hay duda", ha añadido el presidente ruso. De hecho, los ucranianos reconocen que ya comienzan a notar más presencia del enemigo en Kursk.

Un recrudecimiento a norte y sur que también se acerca vía aérea hasta la capital rusa. El alcalde de Moscú denuncia que esta noche Kyiv ha lanzado varios ataques con drones aunque todos ellos habrían sido derribados. Aunque ha obligado a cerrar algunos aeropuertos durante varias horas.

Algo que, en cierta manera es novedoso, como explica Yago Rodríguez, director de 'The Political Room': "La verdad es que Ucrania cuando empezó la guerra apenas tenía armas de largo alcance y uno de los objetivos estratégicos que han mantenido desde el inicio ha sido desarrollar, sobre todo, un programa de drones de largo alcance".