Un chef ha creado en Seúl un restaurante especializado a base de insectos. El cocinero utiliza un polvo especial y un líquido para su plato estrella, todo extraído de gusanos y otros insectos. De esta forma, la clientela no tiene tan presente que está consumiendo bichos.
"A medida que los platos se hacen como cualquier otro tipo de comida, no sientes que te estas comiendo insectos. Me encanta esa sensación", ha afirmado Bae Su-Hyeon, una clienta del restaurante.
Y es que, alimentarse a base de insectos, es una práctica habitual en muchos lugares del mundo, incluyendo Corea del Sur, donde las larvas de gusano de seda o los beondegi son una merienda clásica por su alto contenido en proteínas, vitaminas, minerales y otros nutrientes.
Ahora, Corea del sur está buscando ampliar la industria de insectos domésticos como fuente de ingresos agrícolas mediante la promoción de un mayor consumo de los mismos. A nivel mundial, se estima que por lo menos, dos billones de personas consumen insectos y que hay más de 1.900 especies que son aptas para el consumo.