Guilherme llevó su rivalidad con Ingrid al extremo: jugaban al 'Call of Duty' online y se disputaban el liderazgo de las clasificaciones. Eran dos de los mejores jugadores brasileños, pero pertenecían a equipos diferentes.
No se conocían en persona, solo a través del videojuego y de las redes sociales. Guilherme, de 18 años, invitó a Ingrid, de 19, y la invitó a su casa en el norte de Sao Paulo, en Brasil. Sin embargo, la cita era lejos de ser amistosa: acabó matándola y reivindicando su asesinato a sangre fría.
El joven no solo quiso librarse de ella, sino que lo grabó todo para compartirlo con sus amigos: "Mira, ¡qué maravilloso!", dice en las imágenes, en las que muestra el cadáver y después se graba a sí mismo reflejado en un espejo.
El vídeo lo mandó por WhatsApp a sus colegas, que fueron quienes denunciaron a la Policía el asesinato.
Guilherme mandó un segundo vídeo, confesando y reivindicando el crimen: "Me estáis diciendo que si es mentira, que si es un montaje... Pero no, no lo es… (Risas). La he matado de verdad".
Además de las grabaciones, también dejó escrito un manifiesto de 52 páginas donde se leen mensajes de incitación al terrorismo y pruebas de que tenía todo pensado desde hace semanas.
La policía también lo grabó y ha distribuido un vídeo donde uno de los agentes le pregunta por su motivación: "Mi salud mental está completamente sana. (...) Lo hice porque quise".
La comunidad de los videojuegos se ha mostrado consternada y ha trasladado sus condolencias a través de un comunicado.