La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, ha condenado la violencia registrada en Egipto y advierte del incierto futuro que se presenta para el país si gobierno y oposición no abren un proceso político para restaurar las estructuras democráticas. 

"La violencia, la declaración del estado de emergencia y la dimisión del vicepresidente Mohamed el Baradei no crean el clima adecuado para que esto ocurra", alertó Ashton en un comunicado. 

Según la representante europea, "sólo un esfuerzo concertado de todos los egipcios y la comunidad internacional podría llevar al país de vuelta al camino de una democracia inclusiva y a superar los desafíos" actuales. Ashton reclamó "la máxima contención" a las fuerzas de seguridad y llamó al gobierno interino a levantar "lo antes posible" el estado de emergencia y permitir la vuelta a la normalidad. 

La jefa de la diplomacia europea ha utilizado el comunicado, el segundo que difundió a lo largo de la jornada, para condenar la violencia y para trasladar sus condolencias por "los muchos fallecidos" y su apoyo a los heridos. 

"También condeno los ataques a iglesias y oficinas que han tenido lugar en el curso de un día violento, que deja al país en estado de emergencia y dirigiéndose a un futuro incierto", añadió la diplomática británica. 

Según Ashton, ese futuro podría ser distinto si "todas las partes se embarcan en un proceso político que restaure las estructuras democráticas a través de elecciones y permita la participación pacífica de todas las fuerzas políticas". 

En las últimas semanas, la UE ha tratado sin éxito de mediar entre el Ejecutivo y la oposición egipcios, unas gestiones lideradas sobre el terreno por el español Bernardino León, representante especial de la UE para el Sur del Mediterráneo. Bruselas se había mostrado en contra de las intenciones de las autoridades egipcias de desmantelar por la fuerza los campamentos de los Hermanos Musulmanes y había pedido "que se garantice el derecho de expresión mientras las manifestaciones sean pacíficas".