En una entrevista en el canal de noticias alemán, Volker Kauder, jefe del grupo parlamentario de la Unión Cristianodemócrata (CDU) aseguró que a partir de este lunes comenzarán las negociaciones de su partido con el resto de formaciones en el nuevo Bundestag para lograr un gobierno estable.
Seguro que las conversaciones van a ser "difíciles", reconoció Kauder, ya que hay "diferencias" notables en algunos temas clave, pero se mostró convencido de que finalmente Merkel logrará formar un "buen gobierno".
Además, el jefe del grupo parlamentario de la CDU apuntó que la dirección del partido decidirá esta mañana "con quién" empiezan "a hablar" de cara a la formación del próximo Ejecutivo. Al Bundestag han accedido tres formaciones además del dúo formado por la CDU y su hermana bávara, la Unión Socialcristiana (CSU), que suman un 41,5% de los votos: el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), Los Verdes y La Izquierda.
El bloque conservador de Merkel lograría una mayoría absoluta coaligándose con cualquiera de estos tres partidos, pero en la práctica, debido a las insalvables diferencias políticas que le separan de La Izquierda, un partido de postcomunistas y una escisión disidente de socialdemócratas, los únicos socios factibles son el SPD y Los Verdes.
Los expertos consideran que la CDU optará por abrir las conversaciones con los socialdemócratas, al ser la segunda formación más votada con un 25,7 % de los escrutinios, aunque reconocen que las negociaciones entre ambos serán difíciles y que el ejecutivo resultante podría ser inestable.
El SPD, argumentan, podría amenazar al bloque de Merkel con romper la coalición y formar un tripartito de izquierdas junto a Los Verdes y La Izquierda, con los que también suma una mayoría absoluta.
El ministro en funciones de Medio Ambiente, el cristianodemócrata Peter Altmaier, aseguró en una entrevista en la televisión pública "ARD" que su partido está muy satisfecho con los resultados porque podrá llevar adelante gran parte de sus propuestas, independientemente de quién acabe siendo su socio de coalición.
"Lo importante es que con toda probabilidad podremos implementar mucho del programa de la Unión", aseguró Altmaier, que no se mostró preocupado por la posibilidad de que ni el SPD ni Los Verdes se avengan a formar gobierno con su bloque conservador.
La secretaria general del SPD, Andrea Nahles, recordó también en la "ARD" que las negociaciones no deben por qué llevar automáticamente a una denominada "gran coalición" entre la Unión y los socialdemócratas.
"En primer lugar no hay ningún automatismo por el que deba haber una gran coalición. También hay otras opciones posibles", aseguró, para indicar que su formación va a darse ahora tiempo para analizar la situación y, en todo caso, esperar a la oferta de la Unión. "Merkel aún no nos ha llamado", apostilló.
Además, Nahles aprovechó para volver a descartar la posibilidad de formar un tripartito de izquierdas, ya que consideran que La Izquierda, por su ideario izquierdista, no está capacitada para gobernar Alemania.
Por su parte, la jefa del grupo parlamentario de Los Verdes, Renate Künast, abogó en una entrevista en el "Leipziger Volkszeitung" por analizar sus resultados electorales, peores que los de hace cuatro años, en clave interna para detectar los fallos cometidos y buscar responsabilidades.
"Todo lo demás vendrá después", agregó Künast en relación a la posibilidad de que la Unión busque formar gobierno con Los Verdes, una modalidad inédita a nivel federal pero que ya ha gobernado de forma conjunta a menor nivel.