Por si no bastara con los atentados, los secuestros y la brutal dominación bajo Boko Haram, miles de nigerianas, sus hijas -e hijos- han sufrido aberrantes abusos de los encargados de rescatarlas.
"Los soldados se te acercaban con comida en la mano. Te decían 'si te gusto, cógela'... y si lo hacías tenías que ir con ellos. Y claro, en ese momento nosotras sólo pensamos en nuestros niños llorando de hambre", explica una víctima de Boko Haram y las Fuerzas nigerianas.
Separadas a la fuerza de sus maridos, hacinadas en remotos campamentos, soldados y paramilitares jugaban con su hambre y su soledad para hacerlas suyas: "Si les decías que no, te violaban brutalmente".
Es sólo una parte de los crímenes de guerra -violaciones, torturas, ejecuciones sumarias y masivas- que denuncia un demoledor informe de Amnistía Internacional, cometidos durante años por las Fuerzas nigerianas bajo el "paraguas" de la guerra contra los yihadistas y de la pasividad de un Gobierno que lo niega todo y mira hacia otro lado.