Uno de los gritos de guerra de las protestas contra la brutalidad policial es "I can't breath", no puedo respirar en español, fueron las últimas palabras de George Floyd antes de morir a manos de un policía en Mineápolis, pero 14 meses antes, el 28 de marzo de 2019, fueron pronunciadas por otro hombre, también negro y que también fue detenido por varios agentes.
La muerte de Floyd ha vuelto a poner en el foco el caso de Javier Ambler de 40 años y padre de familia de Austin, Texas. Ambler recibió el alto de una patrulla por una infracción leve de tráfico y le exigieron que bajara del coche, el hombre advirtió de que sufría problemas cardiacos, pero eso no impidió que uno de los agentes sacara su pistola eléctrica para reducirle.
La utilizó hasta en cuatro ocasiones a pesar de que Ambler avisaba de que no podía respirar, le terminó dejando inconsciente y provocándole la muerte pocos minutos después en el hospital.
Lo sucedido fue grabado por las cámaras incorporadas en los uniformes de los agentes y la autopsia confirmó que fue un homicidio. El caso está en manos de la Fiscal del distrito de Travis, Margaret Moore, y su oficina ha denunciado obstrucción del Sheriff en la investigación y avisa de que pronto llevarán el caso ante un gran jurado.
"El último año, el Sheriff del condado de Williamson ha obstruido nuestra investigación, planeamos llevar el caso ante un Gran Jurado en abril, pero a causa del Covid-19 elegiremos al jurado este verano. Nos tomamos este caso seriamente y trabajamos para buscar justicia para Javier y su familia", reza el tuit de la fiscal.
La familia todavía no ha superado el suceso e insisten en que esto no puede continuar "porque sus hijos pueden ser los siguientes", señala el padre de de Ambler.
Sin embargo, este no es el único caso de brutalidad policial que investiga la Fiscalía, Moore ha asegurado que es estos momentos su oficina trabaja en colaboración con la Unidad de Investigaciones Especiales en otros diez, entre ellos se encuentra la muerte hace dos meses de un hispano desarmado al que le dispararon munición no letal.