Los partidos que se han presentado a las estas elecciones generales no han sido capaces de convencer a unos 10,3 millones de españoles, el 30,16% del censo, que han optado por abstenerse.
En estos comicios, los decimoterceros en democracia, estaban llamados a votar 36,5 millones de españoles, y finalmente lo han hecho 24.067.438 millones, el 69,84%, frente al 69,67% de las generales de 2015.
Según los últimos datos facilitados por el Ministerio del Interior, se han abstenido 10.394.047 votantes, un 30,16 por ciento del censo electoral, frente al 30,33% registrado en los comicios de diciembre del pasado año.
La abstención récord se registró en las elecciones generales de 1979, en las que participó un 68,04 %, un porcentaje que casi se repitió en los comicios del año 2000, cuando votó el 68,71 % del censo.
La participación más elevada tuvo lugar en 1982 (79,97 %), mientras que en 1977 (78,83), 1996 (77,38), 1993 (76,44), 2004 (75,66) y 2008 (73,85). En cuanto a los votos nulos, se han contabilizado 225.012, un 0,93%, frente al 0,89% de 2015. Los votos en blanco han sumado 177.862, un 0,75%, un porcentaje igual al de las últimas elecciones generales.