Riadas de lodo han devastado África oriental. Tras periodos de sequía, las intensas lluvias torrenciales de 2019, dejaron a su paso poblaciones como Somalia, Kenia o Sudán del Sur anegadas por el agua.
Esto son las consecuencias de un fenómeno apodado como el 'Dipolo del Índico' o 'El niño indio' que también afecta a Australia.
Isabel Zubiaurre, meteoróloga de la Sexta explica que "este tipo de fenómenos, sobre todo lo que hace es cambiar de forma muy brusca el patrón de precipitaciones y el patrón de temperatura. En este momento, que tenemos una fase positiva de este tipo de fenómeno, lo que ocurre es que produce lluvias muy fuertes incluso torrenciales en la parte oriental de África y, sin embargo, al otro lado del Índico, es decir, al oeste de Australia que tenemos sequías y temperaturas elevadas".
Es en este punto cercano a las antípodas, donde el fuego ha arrasado ocho millones de hectáreas y ha acabado con la vida de más de 1.000 millones de animales, pero además, se le suma la presencia de un devastador anticiclón por el sudeste.
"Ese fenómeno es la formación de un anticiclón muy potente, que lleva más de un mes instalado y que por tanto, lo que hace es introducir vientos más resecos, vientos más fuerte y por tanto, también, temperaturas más elevadas", añade Isabel Zubiaurre.
Sin embargo, este tipo de fenómenos, que eleva a decenas la cifra de víctimas mortales en los dos continentes "pertenecen a la propia personalidad de la tierra. No puedes cambiar el patrón de la atmósfera, lo único que lo está cambiando es el cambio climático", asegura la meteórologa.
Una anomalía cuyos efectos, señalan los expertos, pueden llevar a que estas situaciones sean cada vez más frecuentes.