Pese a las promesas de reducción de emisiones, los gases de efecto invernadero causantes del cambio climático alcanzaron en 2018 nuevas cifras récord, según ha alertado la Organización Meteorológica Mundial (OMM), advirtiendo que a este ritmo el calentamiento global tendrá efectos cada vez más graves.
En su informe anual, que se publica una semana antes de que comience en Madrid la 25ª Cumbre del Clima, el organismo dependiente de la ONU ha indicado que la concentración media mundial de dióxido de carbono (CO2, principal gas causante del efecto invernadero) alcanzó las 407,8 partes por millón en 2018, un 0,56 % más que en 2017.
En 2018 se alcanzaron 407,8 partes por millón, un 0,56 más que en 2017
Ello supone una concentración equivalente al 147 % de la registrada en niveles preindustriales (de 1750), y una subida anual superior a la media de los últimos 10 años, según las observaciones de la Red de Vigilancia de la Atmósfera Global, que cuenta con estaciones en el Ártico, zonas montañosas e islas tropicales.
El metano, segundo gas causante del calentamiento global, alcanzó 1,86 partes por millón, otro máximo histórico y que muestra niveles superiores al doble (259 %) de los de la era preindustrial.
A la vista de estos datos, "las generaciones futuras tendrán que hacer frente a unas consecuencias cada vez más graves del cambio climático", ha advertido la OMM. Entre esos efectos cita "el aumento de las temperaturas, unos fenómenos meteorológicos más extremos, un mayor estrés hídrico, la subida del nivel del mar y la alteración de los ecosistemas marinos y terrestres".
La última vez que se dio una concentración tan alta fue hace unos cuatro millones de años
El secretario general de la organización, Petteri Taalas, ha recordado, además, que la última vez que se dieron concentraciones tan altas de CO2 fue hace entre tres y cinco millones de años, y en aquel entonces "la temperatura era de dos a tres grados más cálida y el nivel del mar entre 10 y 20 metros superior al actual".
"No hay indicios de que se vaya a producir una desaceleración, y mucho menos una disminución, de la concentración de los gases de efecto invernadero en la atmósfera a pesar de todos los compromisos asumidos en virtud del Acuerdo de París sobre el cambio climático", ha lamentado el experto finlandés.
"Tenemos que plasmar los compromisos en acción y aumentar el nivel de ambición en aras del bienestar futuro de la humanidad", ha sentenciado.