Su vida tal y como la conocen está en juego y deben saberlo. En una escuela en la región de Burao, en Somalilandia, la emergencia climática es una asignatura nueva, pero muy importante.
Junto a Burundi, Somalilandia es el territorio menos contaminante del mundo, pero los jóvenes llevan varios años viendo cómo todo se desmorona a su alrededor. Eso por lo que lucharon sus padres no existe: ya no hay dinero ni para pagar los estudios.
La asistencia en clase ha descendido un 20% y, para muchos de ellos, la única salida es la ciudad, un entorno desconocido y hostil. "No es fácil, es gente muy vulnerable", destaca Shukir Ismail, ministra de Medio Ambiente, quien, además, afirma que "no están en su lugar y están sufriendo".
Recorriendo las calles de Hargeisa, la capital, te das cuenta de que las opciones son muy pocas. En medio de la nada encontramos un oasis: un proyecto piloto de varias ONG, entre ellas Oxfam Intermón, en el que muchos jóvenes del área rural se apuntan buscando una nueva oportunidad.
Tras un año de intensos estudios ya están preparados para salir al mercado gracias a esta iniciativa, la única en Hargeisa, dirigida a este tipo de jóvenes. La mayoría llega sin saber leer ni escribir y este proyecto les ofrece una oportunidad más para ayudar a sus familias.