Los diputados de Vox han decidido no quedarse hasta el final de la primera jornada del debate de investidura. Tras la intervención de Santiago Abascal, en la que ha llegado a comparar a Pedro Sánchez con Hitler, y tras la regañina de la presidenta del Congreso, Francina Armengol, que finalmente ha retirado sus menciones de "dictadura" y "golpe de Estado" del diario de sesiones, los parlamentarios de la ultraderecha han abandonado el hemiciclo.
Su líder, sin embargo, no se ha ido a casa, sino que ha optado por salir a la carrera de San Jerónimo junto a sus diputados para unirse a los manifestantes que protestan contra la amnistía en los alrededores de la Cámara Baja. Previamente, a través de su cuenta de Twitter, la formación de ultraderecha 'quedaba' con quienes protestan en la fuente de Neptuno para posteriormente dirigirse a la sede nacional del PSOE en la madrileña calle Ferraz.
El dirigente ultraderechista ha saludado a los manifestantes, que le han recibido entre gritos de "Abascal, gobierno nacional" y "presidente".